Distintas son las definiciones sobre este asunto y al igual que con otras muchas cosas, tropiezas con los que sólo hablan y bendices a los que siempre hacen.

Nosotros cuando hay que hablar hablamos, pero más bien nos definimos como gente de acción y en nuestro caso, ya es tarde para cambiar, porque cuando llevas tanto tiempo disfrutando de lo que haces, ya no sabes si fuiste tú quien escogió al trabajo o fue al revés.

Quienes hacen por buscarnos nunca nos encuentran al calor de imponentes despachos. Nuestro hábitat natural está en primera línea de playa, allá donde se suceden los desembarcos.

Allí se nos encuentra.

Sobre una playa u otra, blandiendo los colores de un solo cliente, el uniforme oliendo a trincheras y hasta el cuello embarrado en arena.