Hacer las cosas como nosotros las hacemos limita el número de Proyectos que simultáneamente podemos atender, sin olvidar que nuestros horizontes éticos modelados por experiencias pasadas, nos recuerdan que al enriquecer a terceros de perfil nacional influimos directamente sobre miles de personas y por tanto, merecen que nuestra participación en los Proyectos se efectúe bajo un riguroso Proceso de SELECCIÓN.

No obstante la experiencia nos recuerda, que finalmente no seremos nosotros quienes escojamos el Proyecto, serán las propias características del mismo las que sin duda, conquistarán nuestra voluntad por participar.

Así ha sido hasta hoy.